INGRESADA

Hemos pasado un par de días en un hotel que no ha sido de nuestro agrado. Era de lo más completo, con servicio de habitaciones, muy luminoso, con vistas privilegiadas, comida incluida, calefacción/aire acondicionado, teléfono, TV de pago, sin embargo NO QUEREMOS REPETIR.  Ese hotel ha sido el Hospital.

Fuimos a urgencias porque tosías mucho y en uno de esos golpes de tos, te quedaste pillada de oxígeno y empezaste a ponerte azulada, además del esfuerzo te salió un derrame en el ojo.

Te reconocieron y nos dijeron que tenías mucha dificultad respirotaria.  No sabían muy bien lo que tenias, en principio descartaban la bronquiolitis (los síntomas que tenías no eran determinantes y además contabas con todo el ciclo de vacunación de la misma) aún así tomaron una muestra de la mucosidad para analizarla y descartarla definitivamente.

Inicialmente te pusieron Ventolín, tres veces, cuatro puffs cada vez, dejando un espacio entre ellas de 20 minutos.  Viendo que con esto no mejorabas te conectaron el oxigeno y pasamos a observación. Te pusieron una mascarilla que durante un espacio de 15 minutos desprendía como un gas, pensábamos que era oxígeno, pero luego descubriríamos lo que era realmente.  Esperamos dos horas para ver si te hacía efecto lo que te habían puesto y viendo que no mejorabas decidieron dejarte ingresada.  ¡¡¡Se me caía el alma a los pies!!! ¡¡¡Otra vez no!!!.

Pasamos una noche horrible, te volvieron a conectar dos veces más la mascarilla esa del gas y seguías conectada al oxígeno y a la máquina que indicaba los niveles, éstos estaban siendo bajos.  Estabas muy nerviosa, descontrolada completamente, sin parar de llorar y no eras capaz de quedarte dormida.  La pesadila duró prácticamente todo el día siguiente hasta que no enteramos que lo que te estaban poniendo en la mascarilla era ¡¡¡¡¡ADRENALINA!!!!. ¡¡¡No me extraña que estuvieras así!!!.  Después de mucho insistir decidieron cambiarte la medicación porque efectivamente no era normal el nerviosismo que tenías, además llevabas casi un día entero sin dormir.  Los médicos no te conocían y creo que pensaban que exagerábamos, pero la abuela Julia se quedo sorprendida del estado de nerviosismo, tensión y la fuerza que hacías cuando te ponían la mascarilla.  Nunca te había visto así y no se lo podía creer.

Fue cambiarte la medicación y ¡¡¡mano de santo!!!, te relajaste, pudiste dormir y ya volvías a ser la de antes. La segunda noche ni nos enteramos que había niña, toda la noche durmiendo como un angelito.

Por la mañana probaron a quitarte el oxígeno y viendo que respirabas bien, al cabo de las horas nos mandaron a casa. Los abuelos de Madrid estaban preocupados y venían de camino a verte cuando se llevaron la noticias de que nos íbamos a casa, se alegraron muchísimo y pudieron verte ya en casa.

Por fin estamos en casa, te tenemos que poner aerosoles cada cuatros horas y controlarte la temperatura. Estás muchísimo mejor y sobre todo relajada y contenta.

Otro bache más que has superado con esa fortaleza que tienes que nos sorprende cada día más. El virus que tenias (virus respiratorio fue el diagnóstico final) igual que vino se fue y en un tiempo record ¡¡¡¡puedes con todo pequeñaja!!!.